Ya en 2001 la discusión había sido iniciada en Holanda, cuando se aprobase la ley de matrimonio homosexual. Le siguieron Bélgica, Canadá y España. Hoy en día, son 10 los paises que aceptan y reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo, con el mismo status y los mismos derechos que las parejas heterosexuales.
La posibilidad de adopción ha generado encendidos debates. Muchos opositores a la ley de matrimonio para parejas del mismo sexo han demostrado su homofobia en este aspecto. La tolerancia, muchas veces, ha mostrado como límite la convivencia y el reconocimiento de la existencia de la pareja, pero negando el derecho a adoptar un niño. Dicen los detractores que estas parejas, si bien existen y son “toleradas”, son anormales e indeseables, en definitiva, por lo cual no es conveniente que un menor pueda crecer junto a ellas.
La sanción de esta ley no sólo a puesto a Argentina a la cabeza de los paises que luchan contra la discriminación homosexual sino que abre un camino de posibilidad y felicidad para los miembros de las comunidades locales. No sólo es Buenos Aires, la ciudad cosmopolita e históricamente avanzada en legislación, sino todo un país el que reconoce que las parejas del mismo sexo son, en esencia, iguales que las heterosexuales. Ahora los argentinos y argentinas tienen el camino libre para demostrarlo, ser felices y hacer historia.